THOUSANDS OF FREE BLOGGER TEMPLATES

martes, 28 de julio de 2009

Mannequin

Al principio ni me simpatizaba el wey, me gustaba más su amigo porque es güerito y me encantó que a pocos minutos de conocerlo y preguntarle a qué se dedicaba contestara altivamente: "Yo soy artissssta". La primera vez que lo ví no lo reconocí porque su foto del "mensenger" no está ni cerca de haber registrado fielmente su aspecto físico, y recuerdo que detesté la colonia que llevaba. También lo detesté a él. No me gustaba cómo se vestía ni su actitud melosona, ni su pelo ni que me insistiera que bailara salsa con él ("o sea jelouuuu!"). Lo odié tanto que hasta me fui de la fiesta temprano, pretextando un "compromiso importante para mañana" (así que de ahora en adelante si les digo algo parecido ya saben a qué se debe).

¡Y de paso quiso "devolverme el favor" invitándome a una fiesta al día siguiente! Sin embargo quería volver a ver a su amigo e insistí para que el fin de semana saliéramos juntos a la Condecci, siguiendo el plan de una amiga que al final se transformó por completo. Entonces fuimos a bailar. Me invitó una chela. Hacia donde yo miraba él miraba. Me incomodaba. Ni bailaba conmigo, estaba por completo perdido entre la gente, pero el amigo estaba de lo mejor, sus pasos graciosos me resultaban irresistibles. Pero no, no iba a besarlo, puesto que mi experiencia me ha enseñado que eso siempre lo arruina todo, como cuando manejas con prisa y terminas estampado en un muro. Medio ebrios Don. Pintor empezó a practicarnos a mi querida acompañante, compañera de fiestas, camarada, carnalita Betel un malogrado masaje. Yo sólo quería llegar a casa y dormir, pero disfrutaba de sus manos. Me enojó que fuera tan perro "como todos" e hice mi pequeño drama. En un silencio aprovechó para decir algo de su querido amigo: "Le gustas al Ménorr", y la incomodidad fue mayor. Al llegar a la primera parada (mi casa) de inmediato el otro salió del auto, ¿qué haces?, le pregunté, "Va a dejarte a tu casa", ¿Para qué? y me opuse a toda costa, la verdad no estoy acostumbrada a que alguien tenga atenciones conmigo, me invite algo o me consienta. Aparentemente molesto volvió al auto y me despedí con un abrazo de su amigo.

La verdad no recuerdo qué sucedió después. Creo que lo invité sin éxito a una inauguración. Oh, sí, eso sucedió. Entonces empecé a sentir que siempre necesitábamos un pretexto para vernos, y que no nos veíamos más que en fines de semana, por lo que tuve una idea traviesa y ardiente sobre una fiesta atractiva y salvaje. Lo invité y aceptó gracias a la palabra "Gratis". Pues... no tenía que pasar nada, sólo necesitaba a alguien que me defendiera de los eternos aprovechados que se lanzan sobre las chicas que salen solas.

Con prisa y luego de una inauguración nos encontramos, sorprendetemente iba en auto... y con el London Calling de The Clash, ¿cómo sabía que es uno de los discos que más me sacuden? Al grano: alcohol gratis + buena música + compañía = una noche inolvidable.
Andaba entre amigos en un lugar que parecía sacado del underground neoyorquino y que le daba un encanto especial, con bandas sorprendentes y un sujeto que me era indiferente hasta que abrió su gran boca con un "juego de canciones".

"Yo digo una canción y luego tú otra mejor ¿va?"
(no garantizo la fidelidad de las canciones, las escribo con meros fines ilustrativos)

-The Queen Is Dead- The Smiths
-Dirty Robber - The Sonics
-Ever Fallen In Love? - Buzzcocks
-Chinese Rocks- Johnny Thunders
-You Never Can Tell- Chuck Berry
-Outdoor Miner - Wire
-Time Of The Season - The Zombies
-Hurricane- Bob Dylan
-Kick Out The Jams - MC5
-¡Perra! Estaba a punto de decir esa.

Y con media hora de hablar y jugar con música yo estaba perdiéndome más y más a cada segundo. Insistía en rodearme con su brazo. Probablemente quede como una fácil, pero me educaron con música y cuando alguien me habla con eficacia y conocimiento sobre ella no puedo hacer más que sonreír y escuchar. El asunto se complica cuando aparecen las bandas que me gustan y que mi papá me presentó.

Y vino el primer obstáculo: Hace un año y medio que vino The Walkmen, un sujeto que portaba una gorrita verde con una estrella roja al frente fotografiaba insistentemente a la banda con su gafete de prensa. Viendo a las Vivian Girls un sujeto con una cámara enorme-casi-arma-blanca fotografiaba insistente pero cuidadosamente a las chicas. Me acerqué con mi vehemencia acostumbrada y le pregunté si era el mismo. Y aprovechó para presumir que se quedó con "mi" baqueta. Encantado se sorprendió de que lo recordara y minutos después al despedirse me abrazaba un tanto efusivo, incomodando a mi acompañante, quien de seguro planeó la estrategia que leerán a continuación porque, lo mejor... vino en el auto

Muuuy ebria, pero cuidando de que él estuviera bien, pedimos... no recuerdo bien, creo que fue un pointer de cuatro puertas dorado. El hermoso Danny hizo comentarios sugerentes que me hicieron reír mucho. Le dimos ride a un par de chicos que nos preguntaron si íbamos a la Condesa, un poco imprudente yo insistí en llevarlos y él accedió. Accedió a todo lo que quise, tragos, revistas, compañía. Nos detuvimos en Michoacán y Nuevo León, donde hace unos meses sobre mi bici un chico super guapo me dio sonriente las buenas noches, el muy patán. Ya solos y descansando en el asiento me porté como un dócil gatito recostada sobre su regazo. Escuchando música. Casi no recuerdo nada, realmente estaba muy ebria. Pero recuerdo que le canté "Gimme Sympathy" de Metric porque sonaba en la radio. Revisó mi palm y le sacó la plumita, pequeño instrumento que seleccionó "That's Entertainment" de The Jam, y que en sus manos surcó mi rostro, mi frente, mis mejillas, mi piercing y mis labios cuando de repente empezó a rozar los suyos contra los míos. Tonight Will Be Fine, The Walkmen. La escucho y me lleno de nostalgia.

Y lo arruino todo al narrar que no lo he visto en tres semanas. Con un inmaduro mensaje de viernes echó a perder el plan que teníamos: ebrio unas horas antes de ir a una fiesta juntos como si tuviera que enterarme ¿y si lo hizo a propósito? ¿y si estaba con alguien más? ¿y si realmente no siente nada por mí y es un enviado secreto-espía de alguno de mis muchos enemigos? Lamento decirle esto, pero siento que soy como uno de esos perros callejeros a los que tratando de hacerles un cariño saltan hacia atrás como un reflejo para defenderse. Paranóico tal vez.

Siento que es estúpido extrañarlo, sigue siendo casi un desconocido. Pero extraño sus besos, su compañía, tenemos planes de tener una banda. ¿Qué pasa? ¿Cómo debo atacar estos sentimientos, con una canción de Wire cuyo tema me ayudaría a sacar a mi bravo león del orgullo? ¿Debo seguir llamándolo o limpar mi teléfono de su número? ¿Tengo baja autoestima doctor?

jueves, 16 de julio de 2009

HOMENAJE A JOHNNY THUNDERS EN SU CUMPLEAÑOS #57!!!!!

Creo que ni siquiera yo se cómo va el orden de este tan planeado y trabajado cómic que fungió también como trabajo final de "Teoría de la Comunicación", pero ahí búsquenle mhijos!! Celebremos a este magnífico músico, quien donde sea que esté, cumple 57 años de vida! ENDLESS PARTY!!!!!